En la transición, más que a renovables debe apuntarse al hidrógeno

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En la transición, más que a renovables debe apuntarse al hidrógeno

 
Siemens Energy presentó a inicios de año un informe que da cuenta de la brecha entre la percepción y el avance real en la transición energética. En este se evidencia que América Latina es uno de las regiones con menos avances para dar este salto. Al respecto Ómar Vargas, managing director de Siemens para la región Andina Norte, explicó que se debe avanzar en la interconexión eléctrica de los países, así como en la generación de hidrógeno verde para exportar a continentes como el europeo.

 

¿Cuáles fueron los resultados del estudio?

 

El punto de partida fue reunir 2.000 impresiones de líderes y gente que influencia el sector en siete regiones del mundo. Hablamos de los principales retos de la transición energética en el mundo y en qué punto estamos.

 

En el estudio buscamos dos temas principales: qué tan maduro está este proceso y qué tan consistente, como enfoque sistémico, ha sido la transición.

 

Hubo varios hallazgos. Uno, los líderes coinciden en que debemos acelerar, que es clave porque si bien hay trabajo por parte de los países, todavía estamos muy distantes de donde tenemos que llegar.

 

Vemos que la percepción es que estamos mucho más avanzados de lo que realmente estamos, entonces los stakeholders creen que están en 25% y realmente se ha avanzado el 10%.

 

Entonces, acelerar es clave, hacerlo de manera coordinada con diferentes actores es el otro punto clave y el siguiente es hay que aprovechar las fortalezas de cada región y las áreas, digamos, de necesidad u oportunidad para apalancarse en ellas.

 

¿Qué significa en términos de acción de política pública que haya una brecha entre percepción y avance?

 

El principal reto que tienen estos líderes en las regiones y en particular en Latinoamérica es poder involucrar tres frentes: el gubernamental, el empresarial y la sociedad. Esa alineación se debe dar en el marco del trilema energético para establecer el acceso, la seguridad y la sostenibilidad. Una empresa puede iniciar con generación renovable, pero si el lugar de consumo final es una industria en la que sus procesos no están electrificados, no se va a tomar el beneficio porque al final el proceso está generando emisiones.

 

¿Qué retos tiene la región para hacer la transición?

 

Hay un reto que es el impulso a las renovables que es altamente demandante en minerales, entonces la cadena logística tiene que operar muy bien para poder proveer estos materiales. El primer tema es impulsar las renovables, estas exigen la materia prima adicional; después viene la transmisión en la que Latinoamérica tiene un reto que es la interconexión por países.

 

Lo siguiente tiene que ver con la eficiencia energética para consumir el mínimo de energía, pero a la vez también tengo que hacerlo de manera electrificada.
En ese momento se puede migrar la forma tradicional con carbón a algo más electrificado y renovable.

 

¿Cuál es la madurez de la región en términos de transición?

 

Este es un informe de percepción que señala que la madurez es de 22%; sin embargo Latinoamérica ha generado un mayor volumen de emisiones de lo que se percibe, entonces la situación es todavía más compleja.

 

Hoy tenemos que la relación de los actores es dispar en muchos de los países con lo que a veces no hay condiciones para poder acceder a las cosas eléctricas, pero hay leña. En eso hay una brecha. En las ciudades es más fácil, pero en las zonas alejadas a veces es la única opción.

 

Hay barreras en términos de las condiciones de desarrollo de los países que hacen que el acceso a la energía sea más restringido y por ende el avance sea menor. Así mismo hay que garantizar que haya confiabilidad en el sistema para que las empresas que se electrifiquen tengan la energía.

 

¿Qué estrategias pueden apoyar esa electrificación?

 

Más allá de la energía renovable, el objetivo es llegar a un energético como el hidrógeno.
Es decir, no solo generar energía, sino transportarla. Por eso, a pesar de que Latinoamérica tiene unos retos y objetivos que alinear, lo que está pasando hoy geopolíticamente permite que Latinoamérica pueda proveer las necesidades que se tienen en Europa de gas e inclusive el mismo petróleo.

 

Si bien no somos grandes contaminantes, eso no significa que no haya que tomar medidas de preparación y mitigación.

 

¿Han visto una coordinación de los distintos actores para lograr la transición?

 

Hay primeros pasos, somos optimistas porque cuando hablamos con los distintos sectores ya hay un entendimiento de la necesidad. Creo que lo que viene es un proceso de alineación. No hay una organización en Latinoamérica que no entienda que su sostenibilidad está asociada a la transición energética.

 

Fuente: Empresas – Portafolio

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